sábado, 13 de diciembre de 2008

Manipulación a la Boloñesa (Postres)

‘El Mundo’, ‘El País’ y ‘La Vanguardia’ se podrían ver beneficiados por los gastos de publicidad que realice en 2009 el Ministerio de Ciencia, tras haber publicado reportajes contra el movimiento anti Bolonia.

En apenas 24 horas tres diarios de tirada nacional (El País, El Mundo y La Vanguardia) de diferente color político coincidieron en la publicación de sendos reportajes sobre lo infundado de las movilizaciones estudiantiles. Estos artículos aparecieron el 25 de noviembre en El País (
artículo) y al día siguiente en El Mundo (artículo) y La Vanguardia (artículo). Todo ello podría formar parte, según una fuente cercana al Ministerio de Ciencia e Innovación, de una campaña de prensa financiada por este Ministerio para demostrar la ignorancia de los universitarios que protestan contra Bolonia.

Las movilizaciones por la educación pública no han dejado de crecer en las últimas semanas. De las movilizaciones en 70 ciudades entre el 13 y el 20 de noviembre se ha pasado a la ocupación de los propios edificios universitarios. Las asambleas y colectivos estudiantiles han visto recompensado el esfuerzo que durante años se ha realizado para denunciar los cambios que propone el Espacio Europeo de Educación Superior y las reformas que para su adaptación han realizado los gobiernos de Aznar y Zapatero. Pero, en el Ministerio, estas protestas no han sentado nada bien.

Tampoco en los rectorados, que no saben cómo deshacerse de ellas. Y en cuanto se han masificado, han hecho todo lo posible por desprestigiarlas. El nuevo equipo de Cristina Garmendia, tras las manifestaciones de mediados de noviembre, ha pasado a la acción. Varias centrales de medios estiman que posiblemente el Ministerio de Ciencia e Innovación favorecerá a estos periódicos en sus presupuestos de publicidad para el año 2009, explica la misma fuente a DIAGONAL. Y mientras tanto Garmendia anda de gira presentando la Estrategia 2015, cuando en todas las universidades se debate la implantación del Espacio Europeo de Educación Superior en 2010. Y en su despacho se amontonan otros proyectos como la Ley de la Ciencia o la eterna promesa de contratar, como trabajadores de pleno derecho, a los jóvenes investigadores.

Los mismos argumentos

“¿Saben los estudiantes por qué luchan contra el Plan Bolonia?”, se preguntaba en portada el diario de Pedro J, además de un resumen de los textos que los tres diarios publicaron. Pero las similitudes no se quedan únicamente en el mensaje.

Los tres medios reprodujeron en sus respectivas ediciones nacionales un reportaje a dos páginas con un espacio reservado en la portada. ¿Qué nos encontramos si nos adentramos en las páginas interiores de estos tres periódicos? “Las protestas estudiantiles tienen poco que ver con la puesta en marcha del EEES”, explicaba La Vanguardia tras el titular: “Bolonia no es todo eso”. Las cosas claras. Y, después, para salir de dudas, ¿qué es Bolonia?: “Movilidad de estudiantes y homologación de titulaciones. Eso es, en esencia, el Espacio Europeo de Educación Superior (EEES)”, aclaraba el periódico catalán. Una retórica a la que muy poca gente se podría negar en un mundo globalizado.

Un mensaje que también se difundía un día antes en El País, tras el titular “En el nombre de Bolonia”, se podía leer: “La declaración europea para crear una Universidad homologable se ha usado como excusa para otras quejas”.

El Mundo fue el medio que más espacio le dedicó de los tres mencionados. Aparte de ser portada del periódico, era la apertura de su suplemento Campus y lo desarrollaba en otras dos páginas interiores. Pero, respecto al mensaje ningún cambio. Titular de portada: “Cuando las pancartas no concuerdan con el motivo de la protesta”, seguido de “el EEES se ha convertido en un conjunto de lugares comunes y leyendas. Campus enfrenta los lemas de los estudiantes con el verdadero espíritu de la declaración”. Y si pasamos las páginas volvemos a encontrarnos el mismo mensaje, por si no había quedado ya claro. Eso sí, el medio de Unidad Editorial reconoce la labor que desde las asambleas y otros colectivos estudiantiles se está realizando para estudiar Bolonia, a diferencia de “los miles de estudiantes que salen a protestar sin saber muy bien contra qué”.

Otros nexos de unión

Entre el resto de argumentos comunes destacan la falta de información que ha habido desde el Gobierno, la dificultad que ha existido siempre para meter mano en la universidad o la falsa idea de que este proceso privatiza la universidad como servicio público. Y sobre este último apartado las coincidencias se repiten. El Mundo pretende desmontar uno de los lemas más populares: “Empresas fuera de la universidad”: Sus argumentos, otro eslogan habitual nos remonta en la memoria hasta las luchas surgidas a raíz del Informe Bricall (1999) y de la LOU (2001)”, textos que ya tenían como referente al EEES y que se dieron a conocer tras los acuerdos de la OMC para privatizar los servicios públicos, educación incluida. Y el diario pasa al ataque:

Precisamente, una de las tradicionales reivindicaciones de los universitarios ha girado en torno a los problemas que han tenido a la hora de conseguir trabajos acordes con su formación”.

Este mismo argumento se desarrollaba en su rival madrileño:

La declaración de Bolonia no habla de privatización de la Universidad. Anima a los países a buscar los mecanismos para invertir más en ella, pero no detalla cuáles”. Pero si no hay una propuesta de financiación y en los últimos años, hasta la llegada de la ‘crisis’, los gobiernos europeos han apostado por el descenso de la financiación pública, a la universidad le quedan dos posibilidades: incrementar las tasas o buscar financiación privada. Ninguna de ella parece popular entre los estudiantes.

Y, ante esta denuncia estudiantil, tampoco calla La Vanguardia: “La posibilidad del encarecimiento de los estudios, otro de los argumentos de los contrarios a Bolonia, ha sido descartada tanto por los responsables políticos como por los rectores”. Pero poco más adelante refleja la nueva realidad de los campus. “La colaboración de la empresa privada en la universidad española no es algo habitual. Poco a poco se han ido constituyendo cátedras o acuerdos con entidades bancarias, el caso del Santander es el más claro”. Una entidad que acaba de dar su respaldo a la Complutense para financiar
los cursos de verano.


De los encierros a un encuentro estatal


Los estudiantes valencianos han convocado al resto de asambleas y colectivos estudiantiles que están organizando la oposición a la implantación del Espacio Europeo de Educación Superior a un encuentro el 13 y 14 de diciembre en la ciudad levantina. Su objetivo: compartir la información de las actividades que en cada lugar se están llevando a cabo e intentar sacar adelante una acción conjunta a nivel estatal. Una reunión a la que acudirán delegados de las asambleas y colectivos que están protagonizando encierros y protestas en decenas de facultades de todo el Estado. Además, el 4 de diciembre se convocó una huelga en Álava coincidiendo con las elecciones al rector de la UPV-EHU. Motivo por lo que una treintena de estudiantes se habían encerrado dos días antes en el rectorado en Leioa (Bizkaia), que fueron desalojados ese mismo día por la Ertzaintza.


La preocupación también llega a los rectorados

La preocupación no sólo se centra en la cúpula ministerial. Pocos días después de publicarse estos artículos, los rectores de las universidades más afectadas por las protestas (Barcelona, Autónoma de Barcelona, Complutense de Madrid, Sevilla y Valencia) solicitaban ayuda al Gobierno, ya que el movimiento anti Bolonia va creciendo con “consecuencias imprevisibles”.

Una información que también fue filtrada por El País, ya que los rectores no lo habían hecho público. Además, tanto en Valencia como en la Complutense las asambleas han ganado en las elecciones de representantes al claustro. Éste no es el único frente que tienen abierto los rectores en comunidades como Madrid o Valencia, donde también se enfrentan al descenso de financiación pública.

Las reacciones de los rectorados están siendo muy diferentes. Van desde el desmantelamiento de los campamentos en Valencia, a la prohibición inicial de un encierro en Alcalá de Henares o a la aceptación de las universidades catalanas de convocar consultas para aplicar la voluntad de la comunidad universitaria sobre Bolonia, incluso abriendo la posibilidad a decretar una moratoria, tras un acuerdo alcanzado en el Consejo Interuniversitario. La huelga general que ha habido en varias facultades de la Universitat Autónoma de Barcelona ha conseguido que también se negocie la propuesta de expediente, por el que se expulsaría a 27 estudiantes entre 1 y 11 años, y se retire la demanda penal a 15 de ellos, aunque la Universidad mantiene las demandas de indemnización y responsabilidad civil, por lo que el proceso no se ha terminado. Estas denuncias se produjeron tras unas protestas estudiantiles durante el curso pasado en el rectorado de la universidad catalana.


Articulo extraído del periódico Diagonal
¿Existe un plan para desprestigiar a los estudiantes?
Héctor Rojo Letón, Redacción



Como en anteriores artículos (manipulación a la Boloñesa, manipulación a la Boloñesa [segundo plato]), parece quedar claro la manipulación que están ejerciendo los medios acerca del proceso Bolonia (entre muchas). Y en este caso, queda manifiesta la connivencia de los políticos con los grandes grupos mediáticos, con la finalidad de imponer la opinión al público (y no generar ningún tipo de debate público) acorde con sus propios intereses, y nos los de todos.

miércoles, 3 de diciembre de 2008

Manipulación a la Boloñesa (Segundo plato)

Volvemos a la carga con un poco más de manipulación y control de la opinión pública acerca del proceso de Bolonia. En un conocido programa de TV3, con uno de esos presentadores ‘estrella’ autoproclamado ‘Dios de la información’ (más bien diría ‘el autoritario de la información’), se produjo una interesante entrevista (ver aquí) al rector de la Universidad de Barcelona, Dídac Ramírez.

Y digo interesante, no por su contenido (era de esperar viniendo del rector de la UB), sino por su forma. El discurso referido al proceso de Bolonia es de sobras conocido: 1. Convergencia de los títulos Universitarios de la UE (idea fácil de vender, como la del euro o constitución europea). 2. Se favorece la movilidad. 3. Universidad financiada y con recursos privados. En el caso de la forma, ha sido una entrevista de adoctrinamiento completamente direccionada la opinión pública. ¿Ha habido algún tipo de cuestionamiento por parte del periodista acerca de esta reforma? ¿Se habrá leído el Sr. Cuní alias ‘el autoritario’ la reforma del Espacio Europeo de Educación Superior (EEES) o será que está plegado a los intereses del gran capital?

Es curioso que hagan tan clara referencia a la dirección de los estudios universitarios: el mercado. Es curioso que quieran a un científico humanista y estén eliminando gran parte de los estudios de carácter humanista. (Ver entrevista)

La Universidad necesita una reforma, si, pero no a cualquier precio. Este parece un proceso de reconversión universitaria hacía la ‘docencia de mercado’: enseñanza rentable Vs enseñanza no rentable, mercantilización del conocimiento, elitización de la enseñanza… Aquello que no se necesita ¿para qué debe aprenderse?

Esta situación de nulo debate público-mediático me recuerda al tipo de debate que tuvimos con la constitución europea y las bondades de su aplicación. Cero debate (en España), rápido proceso. Véase el caso de Holanda, Francia e Irlanda: Debate sincero, proceso retrasado. A los escépticos…¿ Pensáis que con el proceso Bolonia se arreglan los problemas a universitarios? Pues vais apañaos.

Como elevamos a categoría de dogma lo que vemos en los ‘mass media’ y no tenemos demasiadas inquietudes; sumado al poco interés que tiene gran parte de la sociedad en temas que no les conciernen; la posición de la opinión pública está sesgada e influenciada solo por una parte de la información.

En definitiva, otro caso más de clara manipulación y de poco espacio al debate.






viernes, 28 de noviembre de 2008

Manipulación a la Boloñesa

Estupendo análisis de José Luis Pardo en un artículo publicado por el diario El País el 10 de Noviembre del 2008. El texto versa sobre la manipulación mediática al que está sometido el debate sobre el plan Bolonia. He adjuntado una respuesta de un lector en la sección de cartas al director del mismo diario. La manipulación está servida… Para más información sobr el 'Plan Bolonia' ir a ‘Descargas’.

La descomposición de la Universidad
El "proceso de Bolonia" pretende facilitar la incorporación de los licenciados a la sociedad. En realidad, esconde tras sus promesas un zarpazo que puede ser mortal para las estructuras de la enseñanza pública.

‘‘Como sucede a menudo en política, la manera más segura de acallar toda resistencia contra un proceso regresivo y empobrecedor es exhibirlo ante la opinión pública de acuerdo con la demagógica estrategia que consiste en decirle a la gente, a propósito de tal proceso, exclusivamente lo que le agradará escuchar. Así, en el caso que nos ocupa, las autoridades encargadas de gestionar la reforma de las universidades que se está culminando en nuestro país -sea cual sea su lugar en el espectro político parlamentario- han presentado sistemáticamente este asunto como una saludable evolución al final de la cual se habrá conseguido que la práctica totalidad de los titulados superiores encuentren un empleo cualificado al acabar sus estudios, que los estudiantes puedan moverse libremente de una universidad europea a otra y que los diplomas expedidos por estas instituciones tengan la misma validez en todo el territorio de la Unión.

Es una reconversión cultural para reducir el tamaño de los centros en función del mercado.
El profesorado pasa a subsector de producción de conocimientos para la industria y la banca.

Una vez establecido propagandísticamente que el llamado "proceso de Bolonia" consiste en esto y solamente en esto, nada resulta más sencillo que estigmatizar a quienes tenemos reservas críticas contra ese proceso como una caterva de locos irresponsables que, ya sea por defender anacrónicos privilegios corporativistas o por pertenecer a las huestes antisistema del Doctor Maligno, quieren que siga aumentando el paro entre los licenciados y rechazan la homologación de títulos y las becas en el extranjero por pura perfidia burocrática. Vaya, pues, por adelantado que el autor de estas líneas también encuentra deseables esos objetivos así proclamados, y que si se tratase de ellos nada tendría que oponer a la presente transformación de los estudios superiores.

Sin embargo, lo que las autoridades políticas no dicen -y, seguramente, tampoco la opinión pública se muere por saberlo- es que bajo ese nombre pomposo se desarrolla en España una operación a la vez más simple y más compleja de reconversión cultural destinada a reducir drásticamente el tamaño de las universidades -y ello no por razones científicas, lo que acaso estuviera plenamente justificado, sino únicamente por motivos contables- y a someter enteramente su régimen de funcionamiento a las necesidades del mercado y a las exigencias de las empresas, futuras empleadoras de sus titulados; una operación que, por lo demás, se encuadra en el contexto generalizado de descomposición de las instituciones características del Estado social de derecho y que concuerda con otros ejemplos financieramente sangrantes de subordinación de las arcas públicas al beneficio privado a que estamos asistiendo últimamente.

Habrá muchos para quienes estas tres cosas (la disminución del espacio universitario, la desaparición de la autonomía académica frente al mercado y la liquidación del Estado social) resulten harto convenientes, pero es preferible llamar a las cosas por su nombre y no presentar como una "revolución pedagógica" o un radical y beneficioso "cambio de paradigma" lo que sólo es un ajuste duro y un zarpazo mortal para las estructuras de la enseñanza pública, así como tomar plena conciencia de las consecuencias que implican las decisiones que en este sentido se están tomando. De estas consecuencias querría destacar al menos las tres que siguen.

1. La "sociedad del conocimiento". Este sintagma, casi convertido en una marca publicitaria que designa el puerto en el que han de desembarcar las actuales reformas, esconde en su interior, por una parte, la sustitución de los contenidos cognoscitivos por sus contenedores, ya que se confunde -en un ejercicio de papanatismo simpar- la instalación de dispositivos tecnológicos de informática aplicada en todas las instituciones educativas con el progreso mismo de la ciencia, como si los ordenadores generasen espontáneamente sabiduría y no fuesen perfectamente compatibles con la estupidez, la falsedad y la mendacidad; y, por otra parte, el "conocimiento" así invocado, que ha perdido todo apellido que pudiera cualificarlo o concretarlo -como lo perdieron en su día las artes, oficios y profesiones para convertirse en lo que Marx llamaba "una gelatina de trabajo humano totalmente indiferenciado", calculable en dinero por unidad de tiempo-, es el dramático resultado de la destrucción de las articulaciones teóricas y doctrinales de la investigación científica para convertirlas en habilidades y destrezas cotizables en el mercado empresarial. La reciente adscripción de las universidades al ministerio de las empresas tecnológicas no anuncia únicamente la sustitución de la lógica del saber científico por la del beneficio empresarial en la distribución de conocimientos, sino la renuncia de los poderes públicos a dar prioridad a una enseñanza de calidad capaz de contrarrestar las consecuencias políticas de las desigualdades socioeconómicas.

2. El nuevo mercado del saber. Cuando los defensores de la "sociedad del conocimiento" (con
Anthony Giddens a la cabeza) afirman que el mercado laboral del futuro requerirá una mayoría de trabajadores con educación superior, no están refiriéndose a un aumento de cualificación científica sino más bien a lo contrario, a la necesidad de rebajar la cualificación de la enseñanza superior para adaptarla a las cambiantes necesidades mercantiles; que se exija la descomposición de los saberes científicos que antes configuraban la enseñanza superior y su reducción a las competencias requeridas en cada caso por el mercado de trabajo, y que además se destine a los individuos a proseguir esta "educación superior" a lo largo de toda su vida laboral es algo ya de por sí suficientemente expresivo: solamente una mano de obra (o de "conocimiento") completamente descualificada necesita una permanente recualificación, y sólo ella es apta -es decir, lo suficientemente inepta- para recibirla. Acaso por ello la nueva enseñanza universitaria empieza ya a denominarse "educación postsecundaria", es decir, una continuación indefinida de la enseñanza media (cosa especialmente preocupante en este país, en donde la reforma universitaria está siguiendo los mismos principios seudopedagógicos que han hecho de la educación secundaria el conocido desastre en que hoy está convertida): como confiesa el propio Giddens, la enseñanza superior va perdiendo, como profesión, el atractivo que en otro tiempo tuvo para algunos jóvenes de su generación, frente a otros empleos en la industria o la banca; y lo va perdiendo en la medida en que el profesorado universitario se va convirtiendo en un subsector de la "producción de conocimientos" para la industria y la banca.

3. El ocaso de los estudios superiores. No es de extrañar, por ello, que el "proceso" -de un modo genuinamente autóctono que ya no puede escudarse en instancias "europeas"- culmine en el atentado contra la profesión de profesor de bachillerato que denunciaba el pasado 3 de noviembre el Manifiesto publicado en este mismo periódico: reconociendo implícitamente el fracaso antes incluso de su implantación, la administración educativa admite que los nuevos títulos no capacitan a los egresados para la docencia, salida profesional casi exclusiva de los estudiantes de humanidades; pero, en lugar de complementarlos mediante unos conocimientos avanzados que paliarían el déficit de los contenidos científicos recortados, sustituye estos por un curso de orientación psicopedagógica que condena a los profesores y alumnos de secundaria a la indigencia intelectual y supone la desaparición a medio plazo de los estudios universitarios superiores en humanidades, ya que quienes necesitarían cursarlos se verán empujados por la necesidad a renunciar a ellos a favor del cursillo pedagógico.

Todos los que trabajamos en ella sabemos que la universidad española necesita urgentemente una reforma que ataje sus muchos males, pero no es eso lo que ahora estamos haciendo, entre otras cosas porque nadie se ha molestado en hacer de ellos un verdadero diagnóstico. Lo único que por ahora estamos haciendo, bajo una vaga e incontrastable promesa de competitividad futura, es destruir, abaratar y desmontar lo que había, introducir en la universidad el mismo malestar y desánimo que reinan en los institutos de secundaria, y ello sin ninguna idea rectora de cuál pueda ser el modelo al que nos estamos desplazando, porque seguramente no hay tal cosa, a menos que la pobreza cultural y la degradación del conocimiento en mercancía sean para alguien un modelo a imitar.’’

José Luis Pardo es catedrático de Filosofía en la Universidad Complutense de Madrid.

Fuente: El País

Cartas al director (diario El País a 27 de novembre 2008)

EL PROCESO de BOLONIA

‘‘En un lúcido artículo publicado el pasado 10 de noviembre en estas páginas, Jose Luis Pardo reflexionaba acerca del llamado proceso de Bolonia. Resulta especialmente revelador el análisis de la estrategia propagandística que las autoridades utilizan para implantar el nuevo plan. El malestar en los centros públicos es evidente. Ha tomado cuerpo un movimiento de protesta que cuestiona la imposición de una reforma marcada por la opacidad informativa. Los estudiantes hemos asistido a un ejercicio de ocultación lamentable por parte de los responsables universitarios que, para silenciar las críticas, ha derivado en una operación de marketing que esconde el alcance real de la reforma bajo el paraguas de la convergencia europea.

Como lector habitual de este periódico me ha decepcionado la forma de abordar el conflicto. Las protestas de los estudiantes se contraponen reiteradamente con las carencias actuales de la educación superior en España. Se infiere, pues, que la aplicación de Bolonia es una necesidad urgente; la solución a nuestros problemas. Una reforma con implicaciones académicas y sociales tan profundas requiere una reflexión detenida que trascienda el ámbito universitario y no una campaña de imagen que eluda el debate.’’
Artur F. Ll.
Valencia.

martes, 25 de noviembre de 2008

Plan Bolonia: Mercantilización de la Universidad

Hace ya 6 años que se aprobó la Ley orgánica de Universidades (LOU). Desde esa fecha se llevan desarrollando diferentes campañas de sensibilización e información (en el ámbito universitario) sobre la implantación de el Espacio Europeo de Educación Superior (EEES), vamos, el famoso plan Bolonia.

Como siempre, el ser humano no se moviliza hasta que las cosas se le vienen encima. Y es ahora, cuando empezamos a ver movilizaciones en contra del tratado de Bolonia, y por ende, comenzamos ver la noticia en los mass media y su brutal manipulación para afectar negativamente a la opinión pública.

Como se puede leer en fantástico artículo del profesor Candel, el proceso de Bolonia es una herramienta más (véase la constitución EU) de manipulación y control por parte de la élite. Esto sumado a la poca empatía hacía el otro que muestra la sociedad occidental en estos momentos (en estos tiempos…), deja poco espacio para el activismo.

Si a este cóctel le añadimos un poco de manipulación mediática, la opinión pública se posiciona en contra de cualquier reivindicación, pese a que cualquiera puede tener un hijo, sobrino, nieto o primo camino de ir a la universidad.

En mi caso particular, aunque estudio Filosofía en la universidad, parece ser que tendremos unos años de impasse para acabar la carrera con el sistema que comenzamos (o eso nos han dicho). Aun así, no ha sido motivo para mirar al otro lado y darse cuenta de la mercantilización cultural a la que nos quieren someter (a todos!!!!).

Como alguna cosa he leído con respecto al Plan Bolonia, voy a exponer mis motivos de por qué me parece una herramienta más de manipulación y control. Para empezar y quien se lo quiera leer, aquí dejo la Declaración de Bolonia oficial. Los argumentos en contra son:

  1. La financiación pública se sustituye gradualmente por la inversión privada.
  2. Las grandes empresas entran en los organismos de dirección de las universidades, con el consiguiente tráfico de influencias empresariales.
  3. La enseñanza crítica-científica es reemplazada por programas de estudio orientados a los intereses del mercado.
  4. La productividad exigida a la Universidad traerá consigo la desaparición de carreras poco rentables y sus consiguientes puestos laborales.
  5. El primer ciclo educativo universitario (4 años de carrera) carece de especialización, y parece destinado a un mercado flexible y precario.
  6. Se mercantiliza el segundo ciclo universitario, los máster se referirán al mismo contenido estudiado, triplicando su precio y sin programa de becas (que se sustituye por el programa de becas-préstamo, a devolver al final de la carrera).
  7. La aplicación del nuevo método universitario trae consigo la imposibilidad de estudiar si estás trabajando. El volumen de trabajo y la asistencia obligatoria a clase imposibilitarán (en muchos casos) continuar con la formación Universitaria. Por no hablar si haces clases mañana y tarde.
  8. La carga de trabajo para el docente se incrementa sin que esto se vea reflejado en sus condiciones laborales, lo mismo con el personal administrativo.
  9. La precariedad laboral y los contratos irregulares se institucionalizan a causa de la falta de financiación pública. La precariedad de los estudiantes de doctorados está más que asegurada.
  10. Servicios básicos de la universidad (reprografía, restauración, servicio de informática...) se externalizan con la notable pérdida de calidad en el servicio. Por lo tanto, volvemos al tráfico de influencias al que nos referíamos en el segundo punto.
¿Os podéis hacer una idea de cómo funciona la Universidad en los EEUU? Pues es lo que quieren implantar aquí. ¿Y sabéis que significa? Nuevo servicio financiero de ahorro para la universidad (como en las pelis americanas). Si todo acaba en lo mismo: dinero, dinero, dinero…

Black book of Bolonia (Libro negro de Bolonia) -
UBtopiaNo a BoloniaInfo Bolonia

sábado, 8 de marzo de 2008

Pla Bolonya: privatització, elitització, estupidització

Demanant disculpes per la metodologia emprada en la realització de la protesta , i essent conscients de que hem de trobar entre tots/totes altres vies per obtenir aquesta "veu" estudiantil en defensa dels nostres drets, es comentaran a continuació (sintèticament) els punts principals d'afectació del Pla Bolonya.

Entre d’altres coses, la llei preveu un augment de les competències dels “consells socials”, atorgant major poder de decisió a les empreses en les universitats públiques, disminueix la democràcia en la elecció de rectors i reconeix les beques-prèstec com a alternativa a l’actual sistema de beques. Aquells/es estudiants que no puguin pagar-se els estudis es veuran obligats a endeutar-se per poder fer una carrera. Es produirà, a més a més, un important augment en les taxes, tant per a les titulacions de grau (actuals llicenciatures i diplomatures) com per les de postgrau amb augment del 250%. Es preveu una progressiva privatització de la investigació en universitats públiques, mantenint-se exclusivament aquelles línies que interessen al mercat deixant de banda els interessos generals o acadèmics, privatitzant d’aquesta manera el coneixement. L’ANECA serà l’agència encarregada d’avaluar les titulacions guiant-se sempre per criteris mercantils, podent decidir la seva desaparició si no es veuen satisfetes les exigències d’”utilitat” i “qualitat”.

L’EEES (Espai Europeu d’Educació Superior) s’està implementant actualment a tota Europa, tot i que Grècia per exemple, gràcies a les mobilitzacions estudiantils, ha fet retrocedir la reforma de la llei. Entre les directrius establertes per l’EEES s’inclouen:

1) El sistema de graus i postgraus substituirà a les actuals titulacions. Els graus tindran una durada d’entre 3 i 4 anys i estaran orientats a una formació professional bàsica, de tipus pràctic, orientats a proveir a les empreses de mà d’obra semi-qualificada. Per adquirir coneixements especialitzats serà necessari cursar un postgrau que s’espera només sigui accessible al 30% dels/de les titulats/des universitaris donat el seu elevat cost.

2) Es crea un sistema de crèdits ECTS a nivell europeu que equipararà la jornada de l’estudiant a una jornada laboral normal, establint l’assistència com a obligatòria, fent així impossible compaginar treball i estudis.

3) El quart any serà de pràctiques no remunerades en empreses, els crèdits dels quals hauran de pagar els estudiants veient-se així obligats a treballar pagant.

4) Es fomentarà la competitivitat entre universitats de diferents nivells, premiant a les millors i castigant a les pitjors augmentant així la desigualtat en comptes de garantir educació de qualitat per a tothom.

5) Per últim, el tema de la mobilitat (hi haurà un únic sistema de crèdits i convalidació a nivell europeu), en el que es recolzen els defensors de l’EEES, només beneficiarà a qui pugui costejar-se la vida a l’estranger, sense que estigui previst un augment de les beques.

Davant d’aquesta agressió, reclamem una universitat pública, popular, orientada a les necessitats dels estudiants, els pobles, les classes treballadores i el bé comú; no cap a l’interès dels empresaris (en diverses universitats públiques ja n’hi han càtedres de Telefónica o Repsol).

També expressem la nostra solidaritat amb els companys i companyes que dimarts es van tancar a la UAB i que van ser desallotjats violentament pels Mossos d’Esquadra.

Per tot això, és necessari ara més que mai, conscienciar-se de la situació, i defensar de la millor manera possible i entre tots i totes allò que ens pertany.

Link al Ministeri d´ Educacació refereida al pla Bolonia

jueves, 6 de marzo de 2008

Acta asamblea Universidad de Barcelona 6 de Marzo 2008

Asistentes a la Asamblea

Estudiantes de Geografía, Historia, Antropología, Filosofía, Historia del arte… de la Universidad de Barcelona. Incluyendo los diferentes horarios existentes en todas las facultades.

Orden propuesto del día

Retomamos la proposición de la asamblea de la mañana de no continuar la huelga durante el viernes 07/03/2008. El objetivo es prepararnos de forma más efectiva y dar tiempo para que todos los estudiantes puedan informarse del motivo de esta lucha, e intentar que participe la mayoría. Creemos que debemos darnos tiempo para organizarnos y no caer en métodos improvisados.

Para lograr masividad en esta lucha, en la última asamblea del jueves, después de la masiva manifestación contra el Plan Bolonia, surgieron varias propuestas que queremos transmitir:

· Manifestación el 27 de Marzo a razón de la reunión de los 350 rectores europeos.

· Buscar el contacto con otras universidades para coordinar la lucha.

· Informar por las clases en que consiste a Plan Bolonia e invitarlos a la Asamblea.

· Proponer en las aulas que hayan unos representantes por cursos, para que puedan exponer las
ideas y propuestas de la Asamblea a la clase. El motivo es informar a aquellos estudiantes
que no puedan asistir a las reuniones.

· Formar un comité de organización para llevar adelante todas las tareas, que además
intente unificar y coordinar las propuestas de las asambleas que se celebren por la mañana
y la tarde.

· Martes 11 de marzo hay una charla informativa institucional.

· Sería bueno fijar las asambleas en un día concreto.

· Para más adelante, intentar pedir DNI para justificar la acción.



Próxima Asamblea

JUEVES 13 DE MARZO A LAS 14HS. Lugar por definir.